Cada poeta que amanezco
encarnizadamente me destruye, rehusando las imágenes logradas.
Las superpone, las permuta, las retoca
o les arranca sus colores que dice deslucidos,
y emergen mariposas del gusano.
Cada día el inédito poeta
amanece sin requerir a ningún dios
la identificación de lo inexacto.