domingo, 17 de julio de 2022

La lluvia mansa

Sobre el tejado caen gotas persistentes
como un invicto galopar de cientos de caballos;
y una subyugante armonía que nunca cansa se adueña de mi espíritu,
llevándome sus notas a los jardines de mi infancia casi ya olvidados.
Se abre aquel mundo de madre protectora con sus noches de ensueño en remolino,
donde la lluvia mansa me dormía con su arrullo inmortal.
Una lámina redonda y de plata parpadea en lo alto,
como un ojo carente de pupila, más allá del empapado cristal,
más allá de la bruma que intenta engañarme.
Es como si en verdad ocurre que aquel mismo duende dirige su concierto.

miércoles, 6 de julio de 2022

Tensa soledad




¡Ángel con grandes alas de cadenas! (Blas de Otero)


La soledad se alarga,
abriendo voces que resuenan en la noche,
los cantos de sirenas
en la sombra maldita.

martes, 5 de julio de 2022

Las ganas vacías


Todos los días me despierto
con las ganas vacías de morirme,
y las hojas del tiempo
van llenando mis oídos de murmullos
que agitan la memoria,
y traen las canciones más nostálgicas,
conmovedoras de pretérito.

Sé que un día despertaré
sin luz en mi retina,
sin las ganas vacías de morirme,
echado en la corriente de los días
que ya no reconoce los destinos,
con la voz del agua diciéndome:
«no existe alternativa para el surco».

Cada mañana debo, entonces, despertar
con las ganas vacías de morirme,
confortado en la idea de que a mi alma
no le espera ni lápida ni tumba.


lunes, 4 de julio de 2022

Las huellas del espanto


Esta noche no vienes a vencerte a ti mismo
sino a batir señales de tu corazón en peligro:
relámpagos, razones por las que arrojaste
la dura tempestad sobre tu cuerpo,
y por las que tus familiares hoy se atreven
a censurar tus borracheras.

Has bregado en la angustia de las altas olas, estremecido
de oír tus pesadillas, deshecho en las alarmas de traiciones,
pues hienden en la madrugada su puñal en tus muslos,
en las partes sin hemorragia,
solo para verter dolor, tortura e inacabable pánico.
Como un devoto en susto, te has mentido
en oración para admitir la muerte
del que ha resucitado a los tres días.

Tras las murallas de tus fármacos,
te has vuelto estéril a la dicha,
confuso por el síntoma
de tu chatura humana,
de tus absurdas chances de heroísmo y gloria.

Hoy, en tu corazón, luego de ver a tus amigos
marchar alegres hacia la locura,
se enmudece la fiesta de la vida,
encerrado en el ataúd del tiempo, temeroso
de caer ante el sexo menos imaginado.

Aunque ambicionas retener destellos de la luna
en el desierto de tu cielo fatigado,
todo me indica que nunca fuiste un poeta «beat»
que salía de la pesada realidad
flotando por las drogas consumidas.

domingo, 3 de julio de 2022

Inventario de ansias y zozobras


Te gusta el blues con saxo
y el invierno que te hace más uno, más paciente en tu esperanza
y la lluvia de cualquier naturaleza
y una noche larga sin mosquitos, con vino, leyendo
y las palabras que vuelan y se cruzan como pájaros de la mañana
y los pájaros que pernoctan de a miles en los árboles
y tu casa familiar donde te dejan solo cuando más lo necesitas
y el bullicio silencioso del amanecer
y el mate
y el pan caliente
y la mujer
y el amor
y la poesía.

¿Por qué, entonces, no has aprendido a cocinar bien, como un chef
y no has cultivado el francés para ver el alma de los poetas malditos
y no has dicho las verdades más relevantes si lo tienes en la punta de la lengua
y no has encarado tu vida por caminos más escarpados que conducen a alturas más iluminadas
y no has besado nunca la tierra como hacen los Papas en sus visitas evangélicas
y siempre piensas en viajar, conocer mundo, razas, culturas, historia, tesoros arquitectónicos
y no visitas con mayor asiduidad a tu madre que aún está viva y sana mentalmente
y dejas a cada tanto que un mal menor se apodere de tu rutina
y escondes tus ambiciones
y menos tiempo te alegras
y más tiempo padeces
y todo el tiempo te mueres tontamente?