viernes, 22 de marzo de 2019

Hundidos en la noche

Un viento inoportuno ha apagado la tea
dejando a oscuras el camino.

Aunque acogidos en la noche repentina,
el mal presagio que despierta la negrura
cierne amenaza de maldad sobre nosotros.

—¡Una cueva! Busquemos una gruta,
el regazo de las piedras.

—¿Una cueva en las sombras? ¿Otra noche
en medio de la noche? ¡No!

—¡Las ramas de algún árbol! El susurro
de sus hojas sosegará nuestro temor.

—Siempre se filtra el hambre entre sus troncos,
donde acechan los pájaros carnívoros
y otros depredadores.
¡Definitivamente, no!

—¡Por Dios! Entonces: ¿qué sugieres?

—Que esperemos el alba, aquí, sin movernos,
soportando el temblor, hasta que llegue el día,
para salir  
victoriosos del miedo y de la sombra.



jueves, 21 de marzo de 2019

Verso imperfecto

Acostado ya en mi cama
dispuesto para dormir
quise corregir el verso.
Sabía que en la mañana
olvidaría el hallazgo.

Despertando en la mañana
quiero corregir el verso,
quiero corregir el verso,
quiero...

jueves, 14 de marzo de 2019

Separados luego de vivir un gran amor

Al separarte después de haber vivido un gran amor,
el manto edénico de la dicha cae sombrío
sobre los restos de fantasías que te restan;
y todos los idílicos minutos, esos sostenidos abrazos,
esos besos profundos como el pozo de la celeste bóveda,
esas risas que espantaban las dudas secretas de la pasión,
esos furores de lujuria, esas valentías para cazar
a las bestias de tu corazón, todos los rayos
que nacían de tu cuerpo fuerte, joven y hermoso,
para encender las mechas de los sueños,
de los proyectos más audaces. . . ,
se encuentran hoy detrás de un espejo patente
donde hace su triunfal aparición el rostro envés,
el Jano de tu historia.

La memoria se vuelve sideral para exponer
los cuantiosos atajos que pudieron obviar el infortunio.
¿Recuerdas que los pájaros volaban en círculos esféricos,
violando todos los principios de las ciencias zoo-lógicas,
y esperaban como electrones crear la eternidad de la aventura,
el síndrome de la felicidad, el mundo de tu boca?
Vigilando que no se vacíen nunca los placares,
ha ganado tan solo ser testigo de libros esparcidos
y almohadas tiradas por el suelo.

Cuando se ha amado mucho tiempo, separarse
es una hiena que empieza a morder
y arrebatar la carne del tiempo disfrutado:
los mágicos momentos en que te quitabas la ropa,
la minuciosa cábala de las noches de amor,
y hasta tus descorteses arrebatos de cólera
(que hoy suenan a graciosas niñerías).

Cuando llega el avión que ha enfrentado la tempestad,
me encuentra sin expectación en el aeropuerto,
con tanta gente circulando vanamente a mi alrededor,
con el pasaje en mano para un distinto vuelo
(un largo vuelo en soledad, dolorosamente sin ti),
para otras tempestades, para otros cruces de mar,
sin posibilidades de una venia, de un retorno,
de una piedad a mi derrota.


sábado, 9 de marzo de 2019

Hágase la sangre en la voz herida


Conocí a un hombre afable
(cuyo nombre no deseo inventar)
que un día comenzó a refunfuñar
porque el futuro le quedaba chico
para la gran tarea que le debía al mundo.
Pasaba el tiempo
y no lograba emocionar su sentimiento
(carecía de exaltación).

¿Qué será de su espíritu, de su salud mental,
pues esta noche de nuevo no duerme
y al alba no le llega todavía la mansa lluvia,
la que hace remover las fantasías?

¿De cuál estratagema hará uso
para atrapar aquellas risas del pasado?
¿Volverá a su antigua caminata
mientras la luna lo observa y lo avergüenza
porque no logra confesar sus turbaciones?

¿Regresará la gloria del derrame
a sangrar en su voz herida?