domingo, 17 de marzo de 2024

Oda a Pablo Neruda




I

Cantando para ti con versos de tu canto,
pues mi espíritu moja tu interminable mar,
descifro los misterios de tus piedras indígenas,
mientras aspiro el aire fresco cordillerano.
(Ah, cuánta fantasía, poeta del derroche,
poeta de la eterna canción desesperada).

     Te veo ciudadano con un terno de sport
paseando callejas de barrios marginales,
saludando vecinos de pobres vecindarios,
buscando pescadores en negocios de pesca,
aprendiendo tonadas de alegres lavanderas
y abriendo puertas rústicas a lo largo del mar.

viernes, 15 de marzo de 2024

La Pizarnik

Eran a veces los crujidos leves
al hojear las páginas
(roces de ramas de una noche invernal);
y otras, una pisada atronadora,
como la de un bisonte sin control
que se le iba encima.
En ambos casos,
siempre ha sido frágil el alma y los sentidos;
y sus nerviosas células 
escapaban de sus lazos eléctricos, 
como cometas de sus constelaciones, 
para sufrir en soledad.

A veces la poeta deseaba
patear el mundo hacia el sin sentido,
cuando escribía 
con pesimismo (viéndose patética),
eso de pintar todos los poemas de un maldito negro,
desde la tapa hasta el contenido.
 
Al entrar en el mundo mágico de poetas amigos, 
en donde le enseñaron, sin dobles intenciones, 
con cariño, a recrear su propia realidad,  
supo que la lectura y la amistad 
no podrían ayudarla por todo el resto de su tiempo,
ya que en el humano calor 
o en los volúmenes nunca hallaría 
la forma de encontrarse viva.

Se suicidó, Alejandra, no por lo leído, no por su entorno, no por amor,
sino por los malditos versos que nunca escribió.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Sin rumbo


A nadie le deseo
este percance de mi quilla.

El río está estrujando el cuello de botella.
Las aguas pasan a empellones,
y el caudal de las voces líquidas
presiona en la garganta cónica.

Rebelde y agresivo va formando bahía
en mis orillas fértiles, ahogando mi destino.

Cansado estoy, y siento la amenaza 
de andar y desandar a la deriva.

Fluir es el propósito,
y no el estancamiento
en esta inundación de la esperanza,
donde flotan anárquicas las boyas,
perdido el cauce principal de la corriente.

miércoles, 6 de marzo de 2024

La voz poética


Ya no quiero charlar
con el hombre que estoy muriendo.
Desconectarme quiero
de la maldita maquinaria de su vida,
donde la lucha exige ser carne de cañón 
del Genocidio existencial.

El amor por el arte de la poesía,
débil recibe hoy la pulsión de la sangre,
la célula renovadora,
el futuro propicio del hambre por la gloria,
el corazón en taquicardia
gozando madrugadas de metáforas sublimes 
y bellos paraísos de verdades.

Bañan sus gemebundas lágrimas
mis más impermeables sentimientos.
Al ala de mi numen deposita
su sangre adulterada,
lo cual me obliga a dializar mi espíritu.

Buscando el corazón la soledad profunda
en la que se debate el digno moribundo,
me acometen, humanitariamente,
ganas de suicidarlo.

Ya no quiero cargar sobre mis tímpanos
la obligación de oír
los difusos monólogos entrecortados
sobre la brevedad de su maltrecha vida.
Que vaya con sus quejas a nutrir
las pálidas paredes de su cuarto.

(¡Ah, qué raudos pasaron
los últimos humanos siglos!
A un fulgor de la historia está Sumeria.
¡Cómo pasan los grandes hombres,
los sabios, los poetas!
"¡Cómo viene la muerte tan callando!"*
Si hasta hemos perdido
la edad de las pirámides.)

Desconectarme quiero, aunque deba admitir
cuán duro de doler para mis versos es
que día a día, irrevocablemente,
se vaya destierrando,
para dejarme solo luchar contra el olvido.



*Del verso de Coplas A La Muerte De Mi Padre, de Jorge Manrique (siglo XV).

jueves, 8 de febrero de 2024

Ven junto a mí

Ahora que estamos ya solos
en esta casa nuestra silenciosa,
ahora que los hijos han partido,
ven junto a mí
a nuestro cuarto.

Deja la tarea que estás haciendo
en la cocina, donde oigo
el ajetreo de tus manos,
y ven, ven junto a mí.

Deseo disfrutar
de tu cálida compañía,
acercarme a tu aliento de mentol y limonada,
acariciar tu piel y su horizonte,
crucificarme en la pasión intensa,
y hacer que el mundo vuelva 
a su rutina emocional.

Ven junto a mí,
antes que nuestro amor se pierda
para siempre en la eternidad.

sábado, 3 de febrero de 2024

Golpe de conciencia


Recibí ayer un duro golpe de conciencia:
no estaré aquí para acabar mi obra,
ni siquiera el más mínimo momento.

El fugaz paso del urgente pájaro
por el cuadro de mi ventana
dejó caer su voz atronadora:
«el infinito azul detrás de mí  
no podrá aliviar tu dolor;
sólo la imagen de mi vuelo es buena
medida de tu tiempo, del contorno de tu ruina,
del lapso de agonía que te resta».

Mi conciencia acusaba el golpe.
Recordé a mis muertos amados, 
mientras yo seguía existiendo 
más allá del espanto al límite de mi locomoción,
más allá de las bíblicas imágenes 
del infierno, más allá de los santos óleos.

Pretendí cobijarme en las dichas del otro
que vivió en la intensidad de los días;
pero no me sirvió:
el trayecto discurrido se hallaba al tope, 
y un exiguo sendero de distancia
era el plato para saciar mi hambre.
Violentas rebeldías me aplastaron 
contra la tarde tierra;
y, entonces, comiendo suelo, entendí
cuánto amor por la vida
descargaba ese fuerte golpe de conciencia
sobre mí.

martes, 23 de enero de 2024

Catatonía


"Me siento abrumado por mis ideas que no logran tomar forma."

Bien, si dejo que pasen los meteoritos sobre mi ceguera;
si creo que puedo esperar sentado
a que el cometa Halley
(que regresa en el 2061),
alumbre mi cielo todavía;
si dejo que la monotonía envuelva
con ambas palmas en semicírculos
el crepitar del fuego que he creado,
y se preocupe tan sólo de no ser apagado por el temido Eolo,
sin dar muestras de suavizar su soplo,
para elevar la imagen del fuego
a la categoría catedral;
entonces, honestamente, 
debo renunciar
al privilegio de vuestra amistad;
porque vuestra sensibilidad está hecha
de cardúmenes de belleza;
y vuestra imaginación es tan rica
que sus explosiones multicolores
son eslabones de cadenas
que alivian mi espíritu
y, a la vez, me estremecen;
y vuestros ingenios me provocan intermitentes insomnios y pesadillas,
esa sensación de estar alucinando niño,
disfrutando sus juegos diarios y sufriendo por su lento crecer.
Si permito que el sistema me engorde cerdo,
odiaría todos los frigoríficos del mundo,
sus cámaras de congelación,
y desistiría de interesarme
en la bohemia forística.
Hundido en la soledad familia,
llenaría mi tiempo de guerras reales
en redes sociales,
para dejar mi mente catatónica,
vivir más colchón que zapatos,
más barba que afeitadoras,
más dolor que opiáceos,
más soldados muertos que poesía,
y así lograr la vida eterna;
es decir, olvidar el miedo a la muerte;
es decir, ignorar la muerte misma.

miércoles, 10 de enero de 2024

Deuda con mi hermano muerto

Mi hermano muerto
me reclama el dinero que me había prestado,
y yo le digo que me espere,
que no hay forma de cancelar la deuda
estando él del otro lado,
donde no existen giros de los bancos.

«Espérame, mi triste camarada,
no seas tan insoportable.
No me dejas dormir, entrecortas mis sueños.
Sabes que siempre pago, sabes que te pagaré.
Nunca he negado que te debo.
Espérame, tozudo niño,
y no le hagas soñar esto a mamá.»

martes, 5 de diciembre de 2023

Sombra de la calle


Todo esto pasa desde hace ya mucho tiempo:
en la mañana de un día agitado,
impasible la calle absorbe, entre su prisa y sus chirridos,
tu habitual sombra.
Nadie mira tu errar.

Nadie siente tus bruscos cancerberos:
esa parálisis del alma, en un día 
jurado para ensalzar el tiempo
con palabras adecuadas al grito;
ese silencio de minutos congelados,
dueño de tus magulladuras, 
donde la negación de tu individuo
ha triunfado.

En el presente sigues, en esta vibrante mañana,
por las calles que observas con ojos de mil gatos,
atrapado por gentes cuyas vidas ignoras,
cuyas prisas molestan,
cuyos rostros son muecas plásticas.

Es infame andar solo tanto tiempo,
perdido y esperando que te encuentren.

jueves, 16 de noviembre de 2023

Mi bella víctima


Sigue frente a mis ojos disfrutando
de la frondosa hierba,
de la canción del viento,
y tu embriaguez se encuentre libre
de la sospecha de acechanzas.

Disfruta, mi elegante víctima
(sabrosa carne
escondida en la tersa piel amarronada).

¡Ah, mi sinuosa y bella imagen,
mi suprema codicia!,
entrégate a mis días sin comer,
a mi voracidad inclaudicable,
como se entregan los frutos maduros a la tierra.

Llegarás a la nada casi sin dolor,
gracias a mi destreza aprendida en milenios,
en rápida agonía,
con el sopor del pasmo incomprendido.

Yo haré de este recuerdo,
en la escalera del futuro,
un peldaño más hacia la perfecta cacería.

viernes, 10 de noviembre de 2023

Mi nuevo barrio

Se recrea mi espíritu 
en el paseo por las calles
de este barrio que existe
con sus detalles múltiples.

Me contagia
esa costumbre sosegada
de amar los actos simples de la vida,
del saludo cortés,
del contento que brinda la paz interior,
del final de la tarde con sus espejos ocres.

Debería cerrar con lágrimas mis ojos
y retener el tiempo por la vida que va,
por lo tarde que veo tanta belleza última,
por años de ceguera en tardes como ésta.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

El cuadro de la flor que cae


Las flores últimas del mirto caen en furiosos latidos de la tarde.
Mi mente, donde llueven los espejos de mi rostro,
retienen degolladas gotas que sangran como aterrados crepúsculos,
y riegan los antiguos alelíes de mi infancia 
en mi prisión del tiempo.

Tengo sombra de bosques en mi entraña,
una caída aparatosa en mi semblante,
una ración de hambre de las horas,
y unas manos que escriben lluvias en mis insomnios últimos.

Así se bate mi alambrada, 
embestida por monstruos que me invento,
mientras amo de espaldas sobre la vida entera,
para esperarme libre
asesinado por el polvo.



martes, 7 de noviembre de 2023

Sumario de lo hecho

  

Quisiera perpetuar el letargo del aire que aspiran mis pulmones
como parálisis del sueño o mordedura de serpiente;
así este tiempo último, de buenas fuerzas todavía,
valdrá para destruir aquellas dudas apremiantes de lo hecho.

Este montón de antiguos acordes sofocados del recuerdo
saldrán en reflexiones íntegras, quizás un tanto crudas,
de la mente que lucha palmo a palmo en su bosque invernal,
por el sereno aliento que reclaman las simbólicas hojas amarillas.

La fecunda insistencia de la aurora en todas mis infieles junglas
me traerá la soga inspiradora que me rescate del pantano;
y, entonces, sol y brisa, solamente, como domados dioses,
serán testigos de aquella alegría lenta que devuelve la paz en el reposo.

Salvaguardadas una vez las lluvias, mientras retornan a sus cielos,
ardiente todavía el corazón en su partida, sacando las anécdotas ocultas,
hablaré de las horas encendidas, de ese rojo imposible de la rosa,
como el vuelo de un pájaro que busca su merecido éxtasis final.

lunes, 6 de noviembre de 2023

Apostasía



Retazo de animal prehistórico:
¿pretendes que el mundo se vuelva tu bosque encantado?
Aunque eres un felino, una serpiente astuta,
dinámico y artero, persistente en la lucha por vivir;
en las tinieblas, al menor aullido,
te apresuras en encender fogatas frente a tu gruta.

Tus refinados alimentos te llevaron
a la débil quijada que no puede
ya destrozar la carne a dentelladas,
y tiemblas de orfandad cuando extravías tu cuchillo.

Hoy cantas, vociferas, desafiante, orgulloso
de tu intelecto mísero,
mientras tu gran problema se enraíza
muy lejos de los cánticos y altares:
no tienes ya deidades que adorar,
ni tanto vértigo para el agnóstico derroche.

sábado, 4 de noviembre de 2023

El reino silencioso

En el colmado jardín crecen esbeltas palmeras,
rosas de profusos pétalos y copos de crisantemos.
Me consagro a la labor del espinoso cuidado,
con diligencia y esmero, buenas horas de mi vida.

Soñolientas de humedad, ancestrales conmociones,
enigmas enmarañados, fuerzas mudas, vegetales,
se despiertan, se levantan, se desnudan voluptuosas,
dóciles a la lujuria, derrotando la extinción.

Vencida en la plenitud, desterrada está la muerte
hacia arcanos nebulosos, en un futuro infinito.
En el reino silencioso nadie persigue jamás 
ángeles del destino, quimeras de los cielos.


jueves, 2 de noviembre de 2023

Cumplir el ciclo



Si la aflicción de haber inadvertido
el presagio en aquella bocacalle
fue creciendo cual polvo que acumula la suela del zapato,
y hoy ensucia el felpudo del vestíbulo
donde la vida es cansancio, paréntesis de tiempo;

si el estar atrapado en el trayecto,
sin conocer el nombre de la calle,
exánime de no encontrar alguna referencia:
letreros familiares, molduras de una casa vieja,
grafitis desgarrados que prueben la certeza
del rumbo que llevamos...;

insiste carmenando la maraña del curso de la meta,
bebiendo la congoja, como una fiera herida
desangrada en el páramo enemigo,
tozudo de seguir luchando por la vida,
sin claudicar jamás,
hasta cumplir el ciclo natural que a cada uno corresponde,
agradeciendo aquel instante
en que un prodigio nos creó.


martes, 31 de octubre de 2023

Resiliencia


Resistiendo en los laberintos de cerrojos,
de la vida pretérita desnudos,
observamos perplejos
deslizarse una rata,
libre de la inquietud nerviosa
que provoca el peligro de la muerte.

En pocos días de estudiar
el secreto de las cadenas,
cambiaron los sonidos de las cosas.
Eran metálicos ahora todos los sonidos:
latón, las quejas,
aluminio, el mensaje,
acero, los tic tac de los relojes,
hierro, el silencio,
plomo, las nubes,
y hasta Dios se hizo bronce
en un lejano campanario.

Yo sufro, más que nadie,
los bruscos arrebatos de la descortesía,
pues siento el miedo
arrojarse a mis ojos
como un niño sobresaltado.

Cayó una lluvia mansa sobre las piedras,
toda la noche, todo el día siguiente,
llenando de humedad mi hastío.
Como un verdugo de los tantos que maltratan,
tras el aroma acariciante del ozono,
lamía los barrotes y cantaba:
«estoy aquí para pulsar vuestra paciencia»,
con la premonición del óxido.

viernes, 27 de octubre de 2023

Paradoja del bello horror



En este amanecer lluvioso
donde el vacío se llena de voces
de tormentosos e interminables estrépitos
y miedos impotentes,
se hace en la bóveda furiosa 
la bella luz
y el despótico grito de los rayos
(hábitos de la tempestad).

Luego el cielo y la tierra
y el viento amainado se mecen
en el lento regreso a la normalidad,
mostrando gratitud a los divinos dioses
que han aplacado su ira
luego de tanta destrucción.

El día crea, entonces,
un sagrado ámbito que convoca
a sosegar la sed de confusión vivida: los sentimientos encontrados (el esplendor de la furia
y el devastado rastro de la calma) 
que impiden la armonía en el espíritu. 

jueves, 26 de octubre de 2023

Invocación a las musas

Dadme, piadosas musas, rebeldía
que me libre del déspota insaciable,
del demonio, del monstruo insobornable,
devorador de la virtud del día.

Contemplad mi titánica porfía
de la vida en el éxodo implacable,
batido de avidez infatigable
como un jardín luchando en la sequía.

Os ruego que en el tramo del futuro
anuléis el destierro, el lance duro,
y abráis las puertas de mi enigma humano.

Dadme al final, a un paso del arcano,
ya extinguida mi antorcha y mi fortuna,
como «epitafio la sangrienta luna» .

jueves, 19 de octubre de 2023

Claudio


Emperador del Imperio romano desde el 24 de enero
del año 41, hasta el 13 de octubre del año 54.

A Ramón Carballal


Aquí estoy, con mi grito fatigado,
en el año catorce de mi imperio,
ensalzado por muchos, infamado por pocos
(los que urdirán mi muerte).

Ciertamente, el terror continuo
me habita como la imagen
de una horda extranjera y asesina.
¿He sido un mal emperador?

Con los ojos censores de mis antepasados
subo—abrumado por mi bárbaro pavor—,
sobre mis castigados hombros,
secuelas de una Roma licenciosa.

¿Dónde se encuentra Mesalina
fraguando sus excesos?
Oigo incesante sus conspiraciones,
su dádiva carnal a los perjuros.

Los patricios escrutan las amplias galerías,
los oscuros jardines y aposentos;
huyen de mis terribles amenazas
e insobornable mal carácter.

¡Prefieren el placer con los eunucos!

Los libertinos jóvenes—¿qué fueron?—,
se esconden tras las dóricas columnas,
mientras las vírgenes abandonan sus cítaras
y ansiosas deambulan tras la cópula.

Los guardias son estatuas inmoladas
a quienes no se siente respirar.
¡Ay de mí!, si la paga no perciben a tiempo:
sus dagas se hundirán en mi esperanza.

Sufro los mil achaques de la senectud.
El veneno en mi sangre cumple la profecía,
mientras los cortesanos se deleitan
en las irreverentes danzas.

¡Angustia del poder! Con suerte llevarán
los dioses en sus brazos mi alma;
y hoy desprecio a los hombres,
la ingratitud de sus infames actos.

En mi lecho de enfermo, luego de tanta gloria,
soy el venado de la cacería,
aspiro el aire amargo de la conspiración,
sorbo el veneno de Agripina.

¡Guardias, venid! Que el más avaricioso
de los traidores del imperio apure mi partida,
apresure la infamia, y apremie la memoria
eterna —¡Claudio!—, de mi nombre.

domingo, 8 de octubre de 2023

Más allá de la dicha



Sigo aguardando, cada día,
la tregua de mi grito al final de la tarde;
y con mi tiempo en amoroso alarde,
la pausa del trajín verter en la empatía.

Pero el aire se ha vuelto enrarecido;
y la emoción —un lirio sin aroma—,
palpita en la carcoma
de un jardín con sus luces impregnadas de olvido.

Harto de persistir en el recuerdo
—regar el alma seca con lluvias del pasado—,
harto estoy de beber en su pausado
murmullo lo que ansío y lo que pierdo.

En cada albor me traes las venturas de atrás,
memoria de la dicha. Nada más.

viernes, 6 de octubre de 2023

Tarea inhábil



Estoy buscando el método real
que consiga barrer este camino
hoy cubierto de topes. Imagino
fluir hacia la luz del ideal.

Los atajos me pierden del actual,
y gasto todo el tiempo en el cansino
lance por lo intachable, sin destino
cierto que me conjure el viejo mal.

Anhelo sacudirme del demonio
que brinca frente a mí —terco adversario—
haciendo burlas y piruetas locas,

elevando mi voz al testimonio:
constancia pertinaz —sincero otario—
con muchas ansias y con luces pocas.





sábado, 30 de septiembre de 2023

Infructuosa búsqueda




Me dispongo a alcanzar el cauce
que me lleve a la cuenca más sagrada,
a la cárcava, la madre de las sagradas vertientes,
donde la sed no abruma,
y el hambre se atosiga con alimentos nutritivos
que vigorizan nuestro cuerpo
y espolean nuestra memoria.


Resuelvo delinquir en esos prados,
quebrantar su edénica paz,
aterrorizar a sus débiles criaturas;
y en las noches de luna confundida,
vivir los más escandalosos desenfrenos,
de tal suerte que el eremita que seré
podrá reír a sus anchas, a pecho descubierto,
haciendo trepidar los troncos de los árboles
como diapasones salvajes.


Ay de mí: sólo
una contrariedad soportará mi orgullo:
la soledad:
la vasta materia sin risa,
la postergada búsqueda, 
la extensa alcoba de los prados
sin el sutil olor del sexo.

viernes, 29 de septiembre de 2023

Temor de extraviar nuestro destino


Hoy viertes en mi corazón la angustia
de que estamos perdidos,
muy lejos de la tierra firme,
hacia una isla donde el miedo a la intemperie,
a la desolación,
puede llover sobre nosotros.

Tantas veces descubro nuestros nombres
en el largo inventario de derrumbes,
que se ha llevado anécdotas y todas nuestras fotos,
y todas las palabras de la dicha,
y hasta el remedio minucioso del martirio.

Desatinados por el tiempo, sin huellas esenciales,
a solas en el ultramar de los escrúpulos,
crédulos en el orden de la risa,
arribando a la tierra fértil, pero sin labranza posible,
hoy viertes en mi espíritu la angustia.


domingo, 23 de julio de 2023

Aspiración extrema

Insisto en convivir contigo, 
aunque dormida a mi lado
no te tenga ya.