Te gusta el blues con saxo
y el invierno que te hace más uno,
más paciente en tu esperanza
y la lluvia de cualquier naturaleza
y una noche larga sin mosquitos, con
vino, leyendo
y las palabras que vuelan y se cruzan
como pájaros de la mañana
y los pájaros que pernoctan de a
miles en los árboles
y tu casa familiar donde te dejan
solo cuando más lo necesitas
y el bullicio silencioso del amanecer
y el mate
y el pan caliente
y la mujer
y el amor
y la poesía.
¿Por qué, entonces, no has aprendido
a cocinar bien, como un chef
y no has cultivado el francés para
ver el alma de los poetas malditos
y no has dicho las verdades más
relevantes si lo tienes en la punta de la lengua
y no has encarado tu vida por caminos
más escarpados que conducen a alturas más iluminadas
y no has besado nunca la tierra como
hacen los Papas en sus visitas evangélicas
y siempre piensas en viajar, conocer
mundo, razas, culturas, historia, tesoros arquitectónicos
y no visitas con mayor asiduidad a tu
madre que aún está viva y sana mentalmente
y dejas a cada tanto que un mal menor
se apodere de tu rutina
y escondes tus ambiciones
y menos tiempo te alegras
y más tiempo padeces
y todo el tiempo te mueres tontamente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario