Me encuentro sumergido
en esta inmensidad,
como si a mi sentir
la tierra no existiera,
flotando en el vacío,
sin tiempo ya y sin dogmas,
empotrado en murallas
allá en el infinito,
con luces de los astros,
muy solo navegando
en la prisión inmensa,
mirando con terror
la gran profundidad,
exhalando silencios
entre saltos y tumbos
dentro de la dinámica,
yendo a ninguna parte
en la infinita noche
con negros pensamientos,
preguntando: ¿a qué estoy,
por qué estoy sumergido
en esta soledad?
Como un hilo de plata,
el arroyo sereno
tendido está en la loma
espejando la estrella.
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