el animal que en su porfía pierde
su vástago ante el tigre, y sobre el verde
consuelo de los prados se deshace
del agudo pesar de haber perdido
el grato amor y la alegría tierna,
recuperada la índole materna,
oculta ya su herida en el olvido.
Es noble, así, llorar la absurda prisa
del buen amigo, que en la eterna brisa
descansa ya de infiernos terrenales,
su lucha por vivir, rememorado
su espíritu guerrero, venerado
el horrible martirio de sus males.
No hay comentarios:
Publicar un comentario