martes, 19 de mayo de 2020

Tardes primordiales

Ah, tardes de la antigua edad del mundo
cargadas de estupor y lejanías,
crepúsculos fluyendo en agonías
sangrantes del incógnito profundo.

Visiones ateridas en conciertos
de brillos en el sol de los ocasos.
Estoicas tardes de suicidas pasos
escrutadas por ojos inexpertos.

Desamparados los primeros hombres
en intemperies gélidas, tallada
la mendiga oquedad y abandonada
en grutas hoscas. Héroes sin nombres.

Tardes de luz —secreta vastedad—,
horas yertas y lluvias torrenciales,
homínidos errando primordiales
con auras ya de humana eternidad.