sábado, 9 de mayo de 2020

Me has dicho que quieres separarte de mí


Me has dicho: «separémonos, entonces,
ya que no puedes conformarte
con la mujer que soy gracias a ti».
Entiendo, quieres descargar tus pájaros rebeldes
en mi agradable pajarera,
donde no se admiten chillidos desquiciados.
Deseas una vida que en el fondo no quieres,
un concierto de Bach donde esperabas
las dulces melodías de Chopín.
El cielo se cubre de nubes negras
a pesar de los cimientos eróticos
que día a día nos sostiene.
¿Por qué niegas tu juramento
de acostarte conmigo cuando yo quisiera?
¿Por qué no es verdad
tu promesa de nunca confrontarme en la cama?
Apenas un aullido de defensa
te ha marcado con fuego
y dices que no me perdonarás la borrachera.
¿De qué sirve todo lo que te amé?
Dime: ¿por qué yo antes
era un hombre feliz entre tus brazos?
Argumenta, expón tus razones,
busca excusas en los apasionados
manoseos con los que te cubrí,
en esa forma dislocada de hacerte el amor.
Acúsame de haberme desatado
sobre tu bajo vientre. Cúlpame
por haberme caído en la pasión extrema.
Me has dicho: «separémonos, entonces».
Yo te digo: ¿por qué mejor no te desnudas?