A Esteban Granado
Hola.
Hola es una sensación de mecánica incomodidad mutua.
«Rojo es el labio que arrebata al tiempo los besos prometidos».
Absurdo es los cuerpos que giran en torno a las estrellas apagadas.
Ahora es una ballena que agoniza en la arena del Yo.
Alcohol es una puta que siempre está de acuerdo con uno.
Amor es la espina debajo de las uñas que no queremos arrancar.
Cielo es un lugar donde un niño se mete en la boca de un tigre.
Dicha es viajar por el mundo sobre los hombros de un niño.
Dinero es la consecuencia de que no podamos cargar una caja fuerte.
Dios es la última tabla avistada después del naufragio.
Droga es un canal de información estrictamente privado.
Eureka es la voz cuando encuentra ángeles tercos en el espíritu.
Fortaleza es el ánimo que materializa los deseos suicidas del mártir.
Hastío es la tramoya de hacer cuentos infantiles para adultos.
Hoy es una galaxia de ideas girando sin dirección ni orden.
Impiedad es defender con argumentos la ira de Dios.
Muerte es una arena movediza que espera en el camino del tiempo.
Nación es una multitud de pájaros deseando volar hacía el deshielo.
Neuralgia es el brío encrespado en la llanura del silencio.
Odio es el cielo estrellado de los encadenados perpetuos.
Patria es el matrimonio arreglado que imponen los padres.
Piedad es aplastar un gusano intruso con el taco del zapato.
Poesía es una diosa que hace en el alma cirugía estética reconstructiva.
Reticulado es el canto del grillo porque su flexión es despreciable.
Senectud es un estómago repleto gritando sus ganas de cenar.
Sexo es una boca de víbora que se alimenta de otras víboras.
Sociedad es una sopa de verduras de nuestra madrastra.
Sonrisa es una mueca de agradecimiento al cosquilleo interior.
Suicidio es la excusa perfecta para una ambición insatisfecha.
Tacaño es una desordenada cabellera que vende su peine por codicia.
Tú es la razón de las extremidades inflamadas y de la falta de calles.
Usura es vender tu vaca para seguir siendo dueño de una parte de su leche.
Vida es el arte de caminar por los alambres de la ocurrencia.
Y este texto es una carencia indeterminada de escrúpulos.
Yo es un corazón palpitante con pasado detenido en el futuro.
Ah, adiós es un levantar los brazos de la tiranía del recuerdo.
Adiós.