miércoles, 10 de junio de 2020

Impetración metapoética


Dejar que el éxtasis germine 
en el hastío de mi espíritu
el tiempo necesario que precisa,
hasta que el verso brote
en el árido surco de la vieja gramática.
Verlo robustecerse libremente y nutrirse
al sólo riego de mis sanguíneas palpitaciones.
Escrutarlo con gran expectación,
como si fuese el árbol de mi vida,
como si de sus frutos pendiera mi sustento.
Persistir en burlar su imperfección
cortándole los débiles ramajes, 
los esquejes malignos.
Protegerlo de los peligros de las adyacencias,
y bajo su frondosidad ahíta conquistada…
solazarme.