Los múltiples destinos que pudiste
haber andado: las posibles vidas
engendradas de un mismo nacimiento,
implican también muertes infinitas.
Son muertes que serán y que se dieron;
y en el tiempo dibujan las distintas
ramas, aquellos múltiples vestigios
de metas azarosas y perdidas.
La muerte física, que no es la última,
es también nada en la conciencia tímida:
un haz de luz de rayos infinitos.
Sorprende que entre tantas inequívocas
muertes, sigas esquivando el fin
en cada instante de tu larga vida.
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