martes, 14 de julio de 2020

Calma peligrosa

En singladura, la pasión herida
se oscurece de inútiles tormentos,
en el confín doloroso del alma,
mientras se parte el cofre del recuerdo.

Avergonzado de perder la brújula
y la emoción, confundido el aliento,
soporto el duro cruce de los mares
con la esperanza de avistar tu puerto.

Y sufro el frío y callo tu abandono, 
la angustia de encontrarme mar adentro
en noche extrema de rugientes olas.

En soledad, donde afirmo mi apego
a la cadencia antigua de tu danza,
clamo tu amor en el sombrío piélago.