martes, 3 de marzo de 2020

Renovación


Olvidar métricas, ritmos, palabras, deseos
de perfección. Solo quiero la luz de una pradera,
vivir no con mi yo, ser viento, lluvia,
la danza amorosa del pájaro campana.

Tener alas y canto sutil
(nunca más acosar a mi yo),
manos inquietas, yemas duras para el teclado,
letras rojas de terciopelo, certeza azul.

Olvidar los implantes y escribir
toda la noche, porque escribir es la gracia.
No deseo más que sueño, imaginación,
más que el recuerdo, la noche,
más que el eterno vaivén de la verdad y la belleza.

Ayer fue triste y apático;
pero hoy, ahora, en esta hora,
pensamientos excitantes, los asombros del mundo,
coloridas imágenes, metáforas insólitas
y los primeros versos.