viernes, 2 de abril de 2021

La cicatriz

El tajo de profunda herida
de su puñal amante,
penitente —llorosa magdalena—,
supo sanarla
con el amor restablecido
y paciencia infinita
culpable
y por completo.

Brebaje del cuidado,
destierro de las sombras en el alma,
restitución del ímpetu,
de la vieja pasión que vuelve.

Mas, ay, ano
che, al confesarse, 
la lumbre de sus ojos
sobre la cicatriz apenas destellaba.

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