jueves, 3 de octubre de 2019

Reencuentro

Me traes, como pájaro sediento
que bate la marítima distancia,
los ímpetus del beso, la fragancia
del humus de tu bosque como aliento.

Encuentras a mi espíritu estepario
hundido en las tinieblas de la noche,
vacío de mi voz, sólo derroche
de lánguida pasión en el almario.

Pero, aunque en la batalla de la espera
débil quedó mi amor por lo sufrido,
jamás perdí ni lanza ni bandera.

Y hoy que vuelves de nuevo a nuestro nido,
feliz como en aquella vez primera,
sólo quiero vivir lo que he vivido.