domingo, 6 de octubre de 2019

Más allá del jardín


Sigo teniendo mi jardín
donde los pájaros prorrumpen
en bullas de instinto amoroso,
y donde las arañas se multiplican libres
ante el largo descuido de la poda.

Sigue existiendo
solo para plantas perennes,
para raíces duras,
para palmeras de oasis sufridos.

Mi verdadero ocio vive
en fatigosas búsquedas de la belleza.
Ya no me impulsa la policromía
de las flores como antes.

En mi jardín de flores desteñidas
los aleteos de los pájaros migrantes
no se detienen para tanto polen
acumulado en las corolas.

El regocijo ahora
consiste en levantar la vista
sobre las flores, sobre las malezas,
hurgando el infinito, para evitar
la resolana del desánimo.