domingo, 3 de abril de 2022
La serpiente
Ella me puso una serpiente
bajo la sábana
para que me mantuviera alejado
de su tentador cuerpo,
de espaldas a su voluptuosidad.
¿Qué pasó con su otrora
incontrolable calentura
que noche y día hurgaba
a través de mis cintos desprendidos?
La miraba con ansiedad
mientras dormía separada de mí
por la muralla venenosa.
Escuché a unos gatos
moverse en el tejado,
concentrados y temperamentales,
con aúllos urgentes a la luna,
con la luz amarilla de sus ojos,
y el instinto dándoles órdenes
de radicalizar sus apetitos.
Me levanté con gran sigilo,
recogí las llaves del auto;
y, mientras abría la puerta para salir,
su sexto sentido la despertó
para interrogarme: "¿Adónde vas?"
"A seducir serpientes", le respondí.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario