domingo, 17 de abril de 2022

La silla vacía

Estás sentado
sobre el ala de la memoria,
y desayunas las frugales historias
de las quimeras,
el pan caliente
oliendo a niño alborozado,
naranjas libres,
sandías al alcance de tus ansias,
y una canción
modulada por lluvias entre dientes.

Mas hoy, ya no sonríes. La terca realidad
—barco fantasma a la deriva—
se está llevando tu lúcida existencia,
con sus velámenes
desplegados al cielo,
hacia el breve futuro.

Eres olvido. Desde el puesto vacante
observas mudo la insufrible distancia,
la eternidad ignota de la silla vacía
y el desayuno donde ya no aconteces.





Variación de la silla vacía


Sentado estabas sobre el ala del día
desayunando las frugales historias
de antiguas primaveras,
el pan caliente oliendo a niño alborozado,
café con leche, jaleas al alcance de la bulla,
y una canción modulada por risas entre dientes.

Hoy estás lejos. La brusca realidad
—barco fantasma a la deriva en la memoria—
se fue llevando tu lúcida existencia
con sus velámenes desplegados al tiempo.

Eres olvido. Desde el puesto vacante
te aplasta el despotismo de los años,
la imagen inclemente de la mesa servida,
el desayuno donde ya no aconteces.

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