Hay anhelo en las nubes
y regocijo en los pantanos.
Se pudre la hojarasca
y todo germina con mayor fuerza,
y retoña la vida
y sube por el aire
en las sendas y en las entrañas de los bosques.
Cada aurora acrecienta su memoria
en los abismos temporales,
y vamos desmontando
a sangre y muerte el infinito.
En el nido del hombre
vamos rompiendo el cascarón del huevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario