Sabes, amor: la tierra
ya existió
cuando aún no existía;
las lejanas estrellas que
hoy nos miran,
antes que esas
incandescentes masas
que salpican la
inmensidad del cielo;
antes que el hombre,
antes que el homínido,
fue ya este ser que te
ama,
pues yo soy lo que fui
hace un millón de años.
Con la sangre de mis
antepasados,
con el paisaje inhóspito,
con el duro destino en la
intemperie,
con la oscuridad honda de
la noche,
con aquel mundo que
reposa dentro de nosotros,
con mi sexo prehistórico,
¡ah, mi adorado amor!,
hace un millón de años
que te amo.