ella entre platos y cubiertos y detergente;
yo, con mi fiel corazón preguntándose:
¿cuándo descansará?
Su delantal celeste,
su perpetua sonrisa, su cabello rebelde,
y el labial rojo inmaculado
aún del trabajo, ¡qué bella imagen!
Yo no sé, pero la oigo,
al recuerdo de nuestra convivencia,
tararear nuestra vieja balada
de los primeros meses de pasión.
Creo percibir en el arco iris de su canto
el instante absoluto, la intensa realidad,
colores vivos de nuestra historia
Creo percibir en el arco iris de su canto
el instante absoluto, la intensa realidad,
colores vivos de nuestra historia
que me empujan a versear:
«quiero encerrarla eternamente
en algunas palabras donde somos
sencillamente de verdad».
«quiero encerrarla eternamente
en algunas palabras donde somos
sencillamente de verdad».
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