lunes, 5 de julio de 2021

Me come por dentro

Pero el que sufre no soy sino yo
frente a la página asumida en desnudez;
desnudez que hace sangrar, no como la dama
que ofrece no solo eso sino manoseo,
y provoca derrame de obsesión.

Y he aquí que siendo mejorado
por honrados maestros,
por sacerdotes que zurraban
nuestras asentaderas con la humildad,
sufro con gran vergüenza
la inocultable dicha
del que no se cansa día tras día
de transmitir sus chorreantes emociones.

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