Cuando las añejadas aflicciones
contienen la ferviente voluntad,
desierto soy de antiguas emociones,
canto infecundo soy y levedad.
Aburrimiento vil, emanaciones
que hieden del sopor: la asiduidad;
y sus lejanas lumbres y resoles
fusionan espejismo y realidad.
No es, advierto, vergonzoso llanto,
mudez penosa de profunda herida;
es desgaste del brío, crudo espanto
ante las frustraciones de la vida.
Mañana venceré el hundido ceño
para recuperar el firme empeño.
que hieden del sopor: la asiduidad;
y sus lejanas lumbres y resoles
fusionan espejismo y realidad.
No es, advierto, vergonzoso llanto,
mudez penosa de profunda herida;
es desgaste del brío, crudo espanto
ante las frustraciones de la vida.
Mañana venceré el hundido ceño
para recuperar el firme empeño.
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