sábado, 20 de marzo de 2021

La puta de la cuadra

Los cielos estrellados de Neruda
o la ilusión que trae desde niña
jamás arrullan en las madrugadas
tras la infame faena.

Desde el modesto cuarto de alquiler
crece su fama hasta el siguiente barrio;
por eso ella sueña otra suerte,
mientras reprime sus ansias maternales.

Mírenla, mírenla hombres lascivos,
viciosos de la carne,
egoístas infames de la cópula,
concupiscentes sobre el cuerpo fatigado,
repulsivos hambrientos del instinto,
"¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?".
 
Mírenla, despreciables, impulsivos hipócritas,
su cuerpo protestando insultos y trompadas,
su rostro de labiales y rímeles corridos,
sus mil historias de abusos y opresiones.

Ninguno de vosotros querría prescindir del oculto comercio, 
del néctar del pecado;
como tampoco nadie,
involucrarse en su destino.