A nadie le deseo
este percance de mi quilla.
El río está estrujando el cuello de botella.
Las aguas pasan a empellones,
y el caudal de las voces líquidas
presiona en la garganta cónica.
Rebelde y agresivo va formando bahía
en mis orillas fértiles, ahogando mi destino.
Cansado estoy, y siento la amenaza
de andar y desandar a la deriva.
Fluir es el propósito,
nunca el estancamiento
en esta inundación de la esperanza,
donde flotan anárquicas las boyas,
perdido el cauce principal de la corriente.
donde flotan anárquicas las boyas,
perdido el cauce principal de la corriente.
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