Soy el que sigue y caerá
vencido
en el bosque fatal del
desenlace,
en último desguace,
ausente copa y hojarasca,
humus del olvido.
Aunque vislumbre el canto evanescente
y aspire débiles efluvios
de la gloria,
la calma migratoria
gravitará en el
perdurable adiós mi ser ausente.
Otro utópico, posta en la carrera,
acometiendo el vano,
desandará la análoga
aventura.
Ante su odre vida de febril quimera,
entonará, prolijamente,
el cíclico y humano
concierto con ajada
partitura.