sábado, 1 de octubre de 2022

El músico


Oigo los tímidos acordes,
en áspera armonía combinados,
ascender y bajar en compases hirientes.

Noto los dedos duros, malheridos
sobre la cuerda indócil,
vertiendo progresiones imprecisas.

Tenaz, el alma,
lanzándose frenética en su fe,
desde la cima con la guitarra pronta,

surca al final —balada en mi menor—,
la consonancia del heroico vuelo
en el olvido azul del gris aprendizaje.