jueves, 14 de noviembre de 2019

Otra edad


Vivo esta hora de noche profunda
y amanecer lejano,
donde no ves el mentiroso azul del cielo
y no oyes aún los cantos de los pájaros,
donde la música avanza por los siglos
con pianos y violines
apaciguando nieblas y desmanes del alma.

Mi milenario cuerpo
que ha recibido ya
visitas de murciélagos del tiempo—
ha pedido refugio en las regiones
de los antepasados,
donde para siempre será
un extranjero queriendo volver a su país.

Vivo esta hora de noche profunda
y amanecer lejano,
donde navego en las aguas tranquilas
en mi nave sin brújula.