En delicada actividad
se desprende del arrugado traje del día,
observa en el espejo su libertad pugnando aún en la rutina
y mete allí dentro sus ganas de volar.
Desprendida su hermosa cabellera,
la fatiga de a poco va expirando de su rostro,
mientras sus pechos, fuera del sostén, se encienden
como una marquesina de la noche.
Le entrega su perfil desnudo, muy segura
se desprende del arrugado traje del día,
observa en el espejo su libertad pugnando aún en la rutina
y mete allí dentro sus ganas de volar.
Desprendida su hermosa cabellera,
la fatiga de a poco va expirando de su rostro,
mientras sus pechos, fuera del sostén, se encienden
como una marquesina de la noche.
Le entrega su perfil desnudo, muy segura
de
haberse convertido en tentación,
en canto de sirena
en el amoroso silencio.
en canto de sirena
en el amoroso silencio.
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