viernes, 13 de mayo de 2022

A veces el destino es pura ley fría del universo

He vuelto de un largo viaje 
de calcinados soles y noches frías, 
de lobos hambrientos y serpientes 
acechando todo el tiempo
ante mi esperada caída, 
ante mi derrumbe humano.

Encuentro mi vieja poltrona
donde podré mitigar los dolores 
de mis cansados pies, 
y donde recobraré el hilo
de mis agradables meditaciones que se producían 
antes del sufrido viaje.

Volveré a los charcos del berro, 
a las tímidas muchachas que, sin embargo, 
sabían disimular sus rubores; 
a la edad de mi completa hombría 
cuando regalaba placer 
sin reclamar nada a cambio.

Volveré a escribir los versos 
que me lleven a recuperar 
 la maldita dicha que he perdido.

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