martes, 4 de septiembre de 2012

Del fuego que encendiste

¿Que de dónde me nace  
tanto deseo brusco:
urgencia de tu boca,
instinto de asediar tus noches
con el fauno que llevo en las entrañas?

¿De dónde la pasión de hundirme
en la sal de tus sábanas alertas,
amaneciendo invicto de tu rosa,
dichoso amante en el cansancio?

Anarquista en las calles de tu cuerpo,
soy memoria que puede recordar
todo el suplicio de la sed,
cuando fuiste la nube que traía  
promesa de aguacero en la distancia.

Y me preguntas tú, ¿de dónde…?