Te has dormido, justo
cuando la noche empieza a
llenarse de tactos,
el cielo está en su día
libre, y llueves
a cántaros desnuda en mi
memoria
sobre mi cuerpo
suspendido en la vigilia.
Es una lástima perder así
una emoción que pudo
quedarse en el recuerdo,
y estoy insomne
y solo
y amanece.