Caer en el
sopor, en su maraña,
efigie del baldío
sentimiento,
torturado con
el vil presentimiento
de que el hastío
es saña solo saña.
Distante estoy
de la anhelante hazaña
de conquistar laúd
y monumento;
exánime en la
justa, sin aliento,
ante la herida
que jamás restaña.
Un jardín en mi
mente se diluye,
los gusanos
ansiosos en el lodo,
y mi hermano
en el cielo sin tambor.
Tiempo
difícil donde nada fluye,
donde la nada
configura el Todo,
donde no creo en
nada. . .
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