sábado, 5 de septiembre de 2015

Retorno

Retornar a las mismas aguas estancadas,
a la misma llaga que nunca cicatriza,
con la certeza de que el cuerpo
sigue sumado fríamente
a los giros orbitales del planeta.  

Aunque, pensándolo bien,
no se trata, precisamente, de un retorno
sino de una huida abortada.

Para entenderlo mejor:
se trata del despertar
de un sueño que no veía lo distinto. 

Para entenderlo mejor todavía:
se trata del despertar cautivo  
luego de soñar el cautiverio.

Retornar a la insensatez
de buscar en el lugar ya registrado.