se dio por perdida.
Callada en la hierba
se quedó dormida.
¡Qué triste afonía!
No dejó siquiera
una melodía.
Sin notas su canto
se quedó rendido.
Me llenó de angustia
su entonar herido.
El grillo, cansado,
se calló en la noche.
Fue una ofrenda triste
para mi reproche.
Fue una ofrenda triste
para mi reproche.
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