viernes, 27 de febrero de 2009

Tiempo exacto del amor carnal



Rodaron por tus laderas
los empeños del instinto,
pero negaba la luna
su claridad al camino;
y ese súbito recato
ante el deseo prendido,
nos redimió de un encuentro
brusco, carnal y vacío.

Si hubiesen iluminado
las estrellas, tras los vidrios,
más allá tus ropas íntimas
y aquí tu cuerpo cetrino,
arrepentida y callada,
después de muerto el hechizo,
te estarías preguntando:
"Y en el amor, ¿cuándo vivo?"

Mientras yo recordaría
de las flores, que los ciclos
saben del momento exacto
en que llaman los pistilos.
Por ello, cual mariposa
con aleteos pasivos
soñaré mientras espero
la explosión de tu libido.



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