sábado, 22 de agosto de 2015

Fragilidad del amor

Mil veces extraviaste en el camino
el rumbo de la dicha; prometiste
amarme en los reveses del destino,
una lluvia de sol me prometiste.

Otras veces, tu piel, en el apego,
abrasaba la loca fantasía,
abrasaba mi gris melancolía
el manto de tu luz y puro fuego.

Hoy veo en el jardín la eterna rosa
sostenerse regada en la frescura
de las noches serenas, la ternura.

Pero persiste en mi ebriedad celosa
el miedo de tenerte y no tenerte,

el miedo a la mañana de perderte.