Juana la que va cantando
alegre por los senderos.
Mientras sueña va cargando
las ropas de los viajeros.
Las flores que van rozando
sus blancos dedos ligeros,
de colores van regando
su pecho y el caminero.
Juana la que va lavando
siempre mis ropas primero.
No sabe que está matando,
que yo por ella me muero.
Sobre el río está espejando
su imagen que yo venero,
que mi pasión va agrandando
porque hace tanto que espero.
Ay, Juana que estás mirando
como el brillante lucero.
Antes que vuelvas lunando
hoy te diré que te quiero.