lunes, 8 de julio de 2019

La puta de la cuadra


Los cielos estrellados
o la ilusión que trae desde niña,
jamás arrullan en las madrugadas
tras la infame faena.

Desde el modesto cuarto de alquiler
crece su fama hasta el siguiente barrio;
por eso ella sueña otra suerte,
mientras reprime sus instintos maternales.

Mírenla, mírenla hombres lascivos:
su cuerpo protestando insultos y atropellos,
su rostro de labiales y rímeles corridos,
sus mil historias de estupros y opresiones.

Ninguno de vosotros querría prescindir
del oculto comercio, del néctar del pecado;
como tampoco nadie,
involucrarse en su destino.