martes, 31 de octubre de 2023

Resiliencia


Resistiendo en los laberintos de cerrojos,
de la vida pretérita desnudos,
observamos perplejos
deslizarse una rata,
libre de la inquietud nerviosa
que provoca el peligro de la muerte.

En pocos días de estudiar
el secreto de las cadenas,
cambiaron los sonidos de las cosas.
Eran metálicos ahora todos los sonidos:
latón, las quejas,
aluminio, el mensaje,
acero, los tic tac de los relojes,
hierro, el silencio,
plomo, las nubes,
y hasta Dios se hizo bronce
en un lejano campanario.

Yo sufro, más que nadie,
los bruscos arrebatos de la descortesía,
pues siento el miedo
arrojarse a mis ojos
como un niño sobresaltado.

Cayó una lluvia mansa sobre las piedras,
toda la noche, todo el día siguiente,
llenando de humedad mi hastío.
Como un verdugo de los tantos que maltratan,
tras el aroma acariciante del ozono,
lamía los barrotes y cantaba:
«estoy aquí para pulsar vuestra paciencia»,
con la premonición del óxido.

viernes, 27 de octubre de 2023

Paradoja del bello horror



En este amanecer lluvioso
donde el vacío se llena de voces
de tormentosos e interminables estrépitos
y miedos impotentes,
se hace en la bóveda furiosa 
la bella luz
y el despótico grito de los rayos
(hábitos de la tempestad).

Luego el cielo y la tierra
y el viento amainado se mecen
en el lento regreso a la normalidad,
mostrando gratitud a los divinos dioses
que han aplacado su ira
luego de tanta destrucción.

El día crea, entonces,
un sagrado ámbito que convoca
a sosegar la sed de confusión vivida: los sentimientos encontrados (el esplendor de la furia
y el devastado rastro de la calma) 
que impiden la armonía en el espíritu. 

jueves, 26 de octubre de 2023

Invocación a las musas

Dadme, piadosas musas, rebeldía
que me libre del déspota insaciable,
del demonio, del monstruo insobornable,
devorador de la virtud del día.

Contemplad mi titánica porfía
de la vida en el éxodo implacable,
batido de avidez infatigable
como un jardín luchando en la sequía.

Os ruego que en el tramo del futuro
anuléis el destierro, el lance duro,
y abráis las puertas de mi enigma humano.

Dadme al final, a un paso del arcano,
ya extinguida mi antorcha y mi fortuna,
como «epitafio la sangrienta luna» .

jueves, 19 de octubre de 2023

Claudio


Emperador del Imperio romano desde el 24 de enero
del año 41, hasta el 13 de octubre del año 54.

A Ramón Carballal


Aquí estoy, con mi grito fatigado,
en el año catorce de mi imperio,
ensalzado por muchos, infamado por pocos
(los que urdirán mi muerte).

Ciertamente, el terror continuo
me habita como la imagen
de una horda extranjera y asesina.
¿He sido un mal emperador?

Con los ojos censores de mis antepasados
subo—abrumado por mi bárbaro pavor—,
sobre mis castigados hombros,
secuelas de una Roma licenciosa.

¿Dónde se encuentra Mesalina
fraguando sus excesos?
Oigo incesante sus conspiraciones,
su dádiva carnal a los perjuros.

Los patricios escrutan las amplias galerías,
los oscuros jardines y aposentos;
huyen de mis terribles amenazas
e insobornable mal carácter.

¡Prefieren el placer con los eunucos!

Los libertinos jóvenes—¿qué fueron?—,
se esconden tras las dóricas columnas,
mientras las vírgenes abandonan sus cítaras
y ansiosas deambulan tras la cópula.

Los guardias son estatuas inmoladas
a quienes no se siente respirar.
¡Ay de mí!, si la paga no perciben a tiempo:
sus dagas se hundirán en mi esperanza.

Sufro los mil achaques de la senectud.
El veneno en mi sangre cumple la profecía,
mientras los cortesanos se deleitan
en las irreverentes danzas.

¡Angustia del poder! Con suerte llevarán
los dioses en sus brazos mi alma;
y hoy desprecio a los hombres,
la ingratitud de sus infames actos.

En mi lecho de enfermo, luego de tanta gloria,
soy el venado de la cacería,
aspiro el aire amargo de la conspiración,
sorbo el veneno de Agripina.

¡Guardias, venid! Que el más avaricioso
de los traidores del imperio apure mi partida,
apresure la infamia, y apremie la memoria
eterna —¡Claudio!—, de mi nombre.

domingo, 8 de octubre de 2023

Más allá de la dicha



Sigo aguardando, cada día,
la tregua de mi grito al final de la tarde;
y con mi tiempo en amoroso alarde,
la pausa del trajín verter en la empatía.

Pero el aire se ha vuelto enrarecido;
y la emoción —un lirio sin aroma—,
palpita en la carcoma
de un jardín con sus luces impregnadas de olvido.

Harto de persistir en el recuerdo
—regar el alma seca con lluvias del pasado—,
harto estoy de beber en su pausado
murmullo lo que ansío y lo que pierdo.

En cada albor me traes las venturas de atrás,
memoria de la dicha. Nada más.

viernes, 6 de octubre de 2023

Tarea inhábil



Estoy buscando el método real
que consiga barrer este camino
hoy cubierto de topes. Imagino
fluir hacia la luz del ideal.

Los atajos me pierden del actual,
y gasto todo el tiempo en el cansino
lance por lo intachable, sin destino
cierto que me conjure el viejo mal.

Anhelo sacudirme del demonio
que brinca frente a mí —terco adversario—
haciendo burlas y piruetas locas,

elevando mi voz al testimonio:
constancia pertinaz —sincero otario—
con muchas ansias y con luces pocas.