jueves, 11 de julio de 2019

Amante imprescindible

Te atesoro en mis pensamientos
como el objeto comprometedor de un hurto
guardado en el bolsillo. Ciertamente,
eres mi gran pecado, mi falta de moral;
pero, aquí lo confieso: amo tu cuerpo voluptuoso,
esos clamores susurrantes que me llegan
cuando te vuelves un animal en celo

mientras yo pierdo la razón y la conciencia.