viernes, 5 de agosto de 2022

Eres el gran amor de mi vida


Tú eres el amor, el amor de mi vida,
aunque esta noche estás durmiendo;
tu rostro ladeado parece estar en contraluz:
esconde tus facciones marcadas de mentiras.

Estás soñando
empapada de mi sudor del día,
irritada, pues no acepté tu último berrinche;
estás boca abajo en la fuente del deseo (y yo, expectante).

He sacralizado los paseos en coche por el barrio
con tu cuello de cisne tras las ventanillas cerradas,
y tu porte de reina acrecentando mi gloria,
mi fama de macho con suerte.

El recuerdo del beso sale a soplar esta noche,
y se vuelve caricias ostensibles,
y yo me arrojo en el abismo de la pasión lejana,
donde jamás dejabas de consentir mis ímpetus.

Más allá de mi furia, eres el amor de mi vida:
mi hembra, mi codicia sexual.
Eres la que me abre los brazos (y las piernas) 
cuando me siento crónicamente tuyo.

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