viernes, 19 de abril de 2019

Buscando la esencia de tu voz

Para escuchar tus voces, y en sus tonos 
cifrados adentrarte, es preciso
detenerte en las postas  
donde auscultar tus turbios espejismos,
surgentes cual espanto
de aves, que en sus nidos
dormitan en el bosque de tu espíritu.

Con sus vientos ariscos 
te enfundan la mirada 
dejándote cautivo,   
te tupen sus matices
y estruja el corazón sobrecogido,
te exigen un café como una tregua,
pues claman tus latidos   
toscos, desbordados, 
un freno en la vorágine de símbolos. 

Al regresar convaleciente
a su encanto dormido,
de nuevo esa voz sin órbita
sacude los nerviosos nidos
de tus aves con gran empeño vueltas.

Oír las notas como trinos
requiere ir muriendo
con la paciencia del mendigo,
el silencio de las montañas
bordeando el abismo.
Requiere tantos años de tu vida,
que no te alcanzará este siglo.

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