viernes, 18 de septiembre de 2015

Paseo nocturno


La noche es plácida;
la calle, solitaria.
Dispone de la vastedad
de su dominio.

Los escaparates atesoran
los ojos curiosos de los maniquíes.
Nada perturba el vuelo errático
de las aves que abandonan sus espíritus.

La paz acumulada
dobla la cabeza en la bocacalle,
donde el policía practica su chantaje
sobre una madre prostituta.


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