viernes, 25 de marzo de 2016

Es infame este dolor que siento.



                                                                       Para mi nieto Joaquín

Siento el cansancio del que repite
en su mente la feliz presencia,
los recuerdos más duros del mundo,
y mi corazón clama en silencio
su sonrisa, su voz, su alegría.
Aunque puedo aprender la esperanza,
es peor que la muerte saber
que está vivo y saber que está ausente.
Tan infame es el dolor que siento
que no quiero a los niños jugando,
ya no quiero mirar en los parques,
ya no quiero sus risas divinas,
ya no quiero sus besos de ángeles.
Estoy triste con ojos vencidos.
Se llevaron al niño de golpe.
Ya no quieren traerlo más nunca,
sólo quieren que olvide mi casa.
Soñaré con mi niño perdido,
con su risa dormida que sueña
en un hombre con traje de araña.
Estoy triste en el hondo silencio,
en las horas del niño que juega
en la sala vacía de casa.
Sólo pido, si es libre soñando,
que entre sueños regrese a abrazarme.


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