sábado, 21 de junio de 2008

Tu distante universo


¿Qué sol te irradia
y armoniza tus sueños orbitales?

¿Qué rayo aviva
la gravidez corpórea, la intangible belleza
de tu cíclica faz,
cautivando los lentes astronómicos?

Te miro en las auroras, distante en tu galaxia
—floresta cósmica con pájaros—, de dríade vestida,
aromando las calles de tu reino,
sobre alcobas desnudas
donde el poema nace de la piel amanecida.

En cien constelaciones de verbos y adjetivos,
y a mil planetas adherida,
eres tú —y no ese sol— el foco y médula
de tanta majestad y onírico universo.

Confuso entre sextantes,
te observo con monóculo primario
—inalcanzable estrella—,
perdida mi mirada en tus ajenas sombras.