martes, 4 de agosto de 2020

Hombres sin destino

Estuve en un lugar
donde el orgullo y la pasión
eran considerados repugnantes gusanos del espíritu;
y por ende, querido o no,
picoteados por los cuervos blancos
que devoraban la imaginación día tras día.

Los pasos que se daban
parecían interminables círculos de noria
que desnudaban todo tipo de locura
y hacían refunfuñar a las almas rotas
—aún siguen dándose hoy en el recuerdo;
aún persiste el ánimo de huir,
aunque muy pocos lo han logrado.

Sitio ideal
para la conciencia acallada, para los tristes
que buscan los paseos solitarios
al aire libre, la lectura de la Biblia,
el soliloquio;
para los que resisten la lluvia en la memoria:
la añoranza,
los planes sin futuro.

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