sábado, 17 de abril de 2021

Los demonios internos

Altivos, los demonios no descansan:
yerran por las oscuras galerías,
insidiosos, obscenos,
impávidos cual hienas.

Inmunes en las ciénagas profundas,
acechan la imprudencia de los pasos,
para herir la conciencia
con visiones del fuego eterno.

Invocando el poder, defienden
la umbría majestad de las tinieblas,
combaten el sentido
sagrado de la vida.

Luchan contra el sosiego del espíritu,
contra la vida plácida y serena,
y enardecen el alma
con sueños ilusorios y aversión a la omnipotencia

Para holgar en los calmos aposentos,
en íntimas moradas inviolables,
¡nos exigen un pacto
con la maldad eterna!

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