jueves, 31 de marzo de 2022

Razón para el contento de este día

El hombre está tratando de encontrar su risa
y cancelar sus deudas honoríficas.
Quiere a toda costa
un sendero de césped rastrillado para sus pies descalzos,
trinos de pájaros amables
que le allanen las huellas del silencio,
encadenarse a la seguridad de los encomios,
y salirse de algún modo de su semana sin violines.

Mas hoy no le encuentro razón a la tristeza,
ni lágrimas, ni frustración.
No veo saturarse el beso amante
en las esquinas de las ciudades urgentes,
no encuentro ángeles sin alas,
la levedad del polen deseando existir
en las tardes de poca brisa y carentes de aves.

Hoy me asiste el ensueño acumulado
de los duendes sonrientes
en los bosques que sueñan primaveras.
Hoy hallo mariposas del ayer,
asombro, éxtasis, ternura,
en el sereno rito del café con leche,
y encuentro aquella luz, invento de la luna.

No entiendo hoy al hombre triste.
Me gusta francamente hoy vivir,
sintiendo la alegría de este día
en el crecer de árboles inmensos,
cuyas ramas se llenan de susurros
que, luego de milenios, se están dejando oír.